No puede haber un argumento más duro, más terrible sobre el abuso de poder machista y clasista. Una historia escrita para el teatro por  Victor Hugo (Francia, 1802-1885),  se tituló El rey se divierte, y que adaptó a la ópera Francesco Maria Piave (Italia, 1810-1876) con música de Giuseppe Verdi (1813-1901), 19 años después. Tuvo grandes problemas con la censura por considerarla como inmoral y obscena. Rigoletto rompió moldes, pues el protagonista era un barítono maligno y el tenor abandonaba el papel de caballero romántico para convertirse en un vil canalla.
Se trata de un intenso drama de pasión, engaño, amor filial y venganza que tiene como protagonista a un bufón jorobado de la corte del Ducado de Mantua. Pone a buen resguardo a una hija que nadie conoce. Las demás mujeres podrán ser "cazadas" por su "señor", el duque de Mantua.
DUCA
Questa o quella per me  pari sono
A quant'altre d'intorno  mi vedo,
Del mio core l'impero non  cedo
Meglio ad una che ad  altra beltà.
La costoro avvenenza è  qual dono
Di che il fato ne infiora  la vita;
S'oggi questa mi torna  gradita,
Forse un'altra doman lo  sarà.
La costanza, tiranna del  core,
Detestiamo qual morbo  crudele,
Sol chi vuole si serbi  fedele;
Non v'ha amor, se non v'è  libertà.
De' mariti il geloso  furore,
Degli amanti le smanie  derido,
Anco d'Argo i cent'occhi  disfido
Se mi punge una qualche  beltà.
DUQUE
Esta o aquella para mí  son iguales
a cuantas veo a mi  alrededor;
no cedo el dominio de mi  corazón
a una belleza más que a  otra.
El encanto de cada una es  el don   
con que el destino nos  alegra la vida;
y hoy ésta es de mi  agrado,
quizás otra lo sea  mañana.
La fidelidad, tirana del  corazón,
la odio como a una cruel  enfermedad;   
manténgase fiel sólo  quien quiera;   
no hay amor sin libertad.
Me burlo de los maridos  celosos,
y del frenesí de los  amantes,
desafío incluso los cien  ojos de Argos,
cuando me excita  cualquier belleza.
Argos es un personaje dotado de 100 ojos y llamado por ello Panoptes (“el que todo lo ve“), al que Hera confió la vigilancia de Ío, una antigua sacerdotisa suya, convertida en vaca por su esposo Zeus, que había sido seducido por la belleza de la joven, y que al ser descubierto la transformó en ese animal y juró que no la había tocado. Argo ató al animal a un olivo en un bosque de Micenas vigilándolo con sus múltiples ojos. Pero Zeus envió a Hermes a liberar a su amante Ío. Hermes, tocando la flauta de Pan, consiguió dormir a Argos y mientras dormía lo mató, liberando así a Ío. Hera, para inmortalizar al que le había servido, trasladó sus ojos al plumaje del ave que le estaba consagrada: el pavo real.
El malvado Duque dice cómo son las mujeres mostrando su desprecio hacia ellas:
DUCA
La donna è mobile, qual  piuma al vento,
muta d'accento, e di  pensiero.
Sempre un amabile,  leggiadro viso,
in pianto o in riso, è  menzognero.
La donna è mobile, qual  piuma al vento,
muta d'accento, e di  pensier
e di pensier, e di  pensier.
È sempre misero, chi a  lei s'affida,
chi le confida, mal cauto  il core!
Pur mai non sentesi  felice appieno
chi su quel seno non liba  amore!
La donna è mobile, qual  piùma al vento,
muta d'accento e di  pensier,
e di pensier, e di  pensier!
DUQUE
La mujer es voluble,  cual pluma al viento,
cambia de palabra y  pensamiento.
Siempre su amable,  hermoso rostro,
en llanto o risa, es  engañoso.
La mujer es voluble,  cual pluma al viento,
cambia de palabra y  pensamiento.
y de pensamiento, y  de pensamiento.
¡Siempre es  desgraciado quien en ella confía,
quien le entrega,  incauto el corazón!
¡Pero aún así, no  se siente plenamente feliz
quien de su pecho no  beba amor!
¡La mujer es  voluble, cual pluma al viento,
cambia de palabra y  pensamiento
y de pensamiento, y  de pensamiento!   
Sin embargo, no calcula bien sus pasos, su estrategia, y recibe la maldición "la maledizione" de Monterone, un hombre cuya hija se ha visto deshonrada a causa de las intrigas del deforme sirviente y las malas artes de su amo. "Maldición" para Rigoletto que se cumplirá... pues su bella hija que creía a buen resguardo terminará humillada y asesinada por los caminos menos previsibles
MONTERONE
Ah! Sí, continuaré turbando
vuestras orgías... vendré a gritar.
Mientras permanezca impune  
el atroz insulto a mi familia;  
y aunque me entreguéis al verdugo,  
se os aparecerá mi terrible espectro,
llevando en la mano mi calavera  
a pedir venganza al mundo y a Dios.
DUQUE
¡Ya basta! ¡arrestadlo!
RIGOLETTO
¡Está loco!
CORO
¡Qué palabras!
MONTERONE
(Al Duque y Rigoletto)
¡Malditos seáis ambos!
Duque, es de viles azuzar al perro
contra el león moribundo...
(a Rigoletto)  
y tú serpiente,
tú que te burlas del dolor de un padre
¡Yo te maldigo!
Rigoletto acompaña a Gilda, su hija secreta, hasta la taberna de Sparafucile, un sicario. Dentro de la taberna, el seductor sin escrúpulos, el Duque, coquetea con Maddalena, una ramera. Rigoletto parte el corazón de su hija al demostrarle que el Duque sólo es un seductor sin alma y que el amor eterno que le ha declarado a la desgraciada Gilda es absolutamente falso.  
DUCA
Bella figlia dell’amore,
Schiavo son de’ vezzi  tuoi;
Con un detto sol tu puoi
Le mie pene consolar.
Vieni, e senti del mio  core
Il frequente palpitar.
DUQUE
Bella hija del amor
soy esclavo de tus  encantos;
una sola palabra tuya,
puedes consolar mis  penas.
Acércate y oye
el rápido latir de mi  corazón.
Rigoletto le pide a Gilda que abandone el lugar y se dirija a Verona mientras que él se debe quedar allí. Pretende vengarse del duque y ha contratado a un asesino, Sparafucile. Gilda decide sacraficarse para salvar la vida del Duque, que la traicionó pero al que todavía ama. El asesino entrega el cuerpo dentro de un saco a Rigoletto para que lo arroje al rio. Rigoletto descubre que es su hija, que muere en sus brazos.
GILDA
Benedite alla figlia, o  mio padre
Lassù in cielo vicina  alla madre
In eterno per voi  pregherò.
GILDA
Bendecid a vuestra hija,  padre mío...
Allá en el cielo, cerca  de mi madre,
rezaré por vos  eternamente.
Al final Rigoletto vuelve a exclamar esa frase que ha marcado toda la ópera: "Ah, la maledizione!!!"
Don Juan Tenorio es una figura semejante a la del Duque. Es capaz de seducir a cualquier mujer humillando a padres y maridos. El amor de doña Ines le salva de ir al infierno.
 
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