1. Si nadie se molesta por lo que dices es que no has dicho absolutamente nada.
2. No hay sonido capaz de describir tu actuación de esta noche, y si lo hay no es un sonido que saldría por la boca( A Esther)
3. Haciendo un símil, y creo que estamos en un horario fuera del infantil, ¿no? Eres de alguna forma como un consolador, me explico: eres perfecta en la ejecución, pero tremendamente fría en el sentimiento.( a Lorena)
4. Por primera vez, y sin que sirva de precedente, este jurado está fascinado contigo. (Aplausos) Y estamos fascinados porque, por primera vez, hemos visto a alguien capaz de aburrir hasta la saciedad al público. Con tu actuación has dado la oportunidad a muchas familias de ir a la nevera y tomarse algo. Da igual que desafines como una hiena, nos tienes que emocionar,no lo has hecho (Leo)
5. Cuando finalicé la carrera, busqué sólo trabajos que cumpliesen 3 requisitos básicos, no tener que madrugar, no tener que llevar corbata y no tener que afeitarme cada día (me sientan realmente mal las tres cosas).
6. Te voy a poner un símil que creo que es muy adecuado contigo: tú eres una tabla de planchar, da igual a la altura que te pongamos que siempre estarás plano.(a Leo)
7. ¿Puedo cantar otra cosa? -Risto: Claro que sí, pero fuera de este plató! (en un casting)
8. No me pagan por tener que aguantarte
9. Este jurado prefiere que te vayas a casa con un sueño a medias que continues aquí con una mentira entera. Para sorprendernos, te recomendamos que te liberes, que le metas mano a alguien, que destroces la habitación de un hotel o que te sueltes el pelo (a Daniel).
10. El triunfo atonta. Cuando ganas, te crees que sabes por qué has ganado, y lo que es peor, te crees capaz de repetirlo. Como resultado, y porque tendemos al mínimo esfuerzo, repites fórmula. Y ahí empieza el principio del fin.
11. Me suelo enamorar de la gente que me hace rectificar.
12. La gente en su casa es mucho más dura de lo que yo soy. Toda la gente cuando está en su casa dice “este no canta nada” o “este es una mierda”. Yo eso no lo digo en el programa… todavía
13. A Ismael: Tal y cómo lo has cantado te has convertido en el primer hombre-anuncio. Provocas en el público el mismo efecto que un anuncio: mientras tú cantabas, la gente o se ha ido a mear o a cambiado de canal.
No me represento más que a mí mismo. Y a veces hasta de esto tengo mis dudas. Hay una parte de mí que siempre anda cuestionando todo lo que hago, digo y pienso. Así que imagínate lo lejos que me queda eso de representar a nadie.
Tampoco me creo la información que nos sirven. Ni los de un lado ni los del otro. He participado en demasiadas reuniones en las que se asfixiaba a la realidad anegándola de datos. He formado parte de varias máquinas de aborregar. Sigo viviendo de ellas. Como para que ahora me vengan a decir que existen estudios que demuestran esto o aquello. Si quieres engañar a alguien, encargas un estudio. Si quieres que él te engañe a ti, lo pasas por el rodillo de una encuesta. Y si ya quieres atontarlo y manipularlo del todo, realizas un Elisenda Roca: lo acribillas a cifras y letras. Desde que se levanta hasta que intenta dormir.
http://www.aprendeseduccion.com/?p=17
Risto Mejide ha pasó de ser en tan solo dos ediciones de OT de anónimo jurado chulesco y malcarado a estrella indiscutible y absoluta de un programa en avanzado estado de descomposición, desgastado y lleno de niños mimados y mal educados que bien podrían estar allí como grabando por el móvil una paliza a un compañero de instituto.
No malgastaremos ni una línea en hablar de ese concurso de infraseres, pero creo que el personaje que representa el bueno de Risto bien merece ser digno de análisis por el impacto y enorme carisma que demuestra en todas sus intervenciones, tanto es así que ha creado escuela y ha sido –mal- plagiado en otros realitys-academia.
¿QUE SABEMOS DE RISTO?
Parte de su carisma se basa en el misterio de no saber casi nada de su vida privada. Si, sabemos de su carrera como publicista –muchas de ellas tan exitosas como las de Ikea o el “Be water my friend” – y una frustrada carrera musical en su juventud, pero su vida personal y social continua en el anonimato.
Suponemos que en su día a día no es tan borde ni directo como en su faceta televisiva, pero nos cuesta imaginarnos a otro Risto que no sea ese juez severo y brutalmente sincero que es capaz de hacer llorar y temblar de impotencia al pobre concursante o mandar a paseo lleno de ira al incauto candidato a entrar en el programa que se le a desafinar algún éxito de Alejandro Sanz.
Pero ¿Qué más da? Eso es lo bonito de hacerte un personaje y eso es lo que lo hace “mas grande que la vida” ¡que más da la persona de carne y hueso detrás de la máscara!
SU IMAGEN Y ACTITUD
Es inconfundible: eternas gafas de sol y cabeza apoyada en la mano en postura reflexiva y seria – ¿Alguien ha visto reír alguna vez a este tío?- , cambó la melenita por una cabeza rapada en plan hooligan y una ropa más agresiva en detrimento de aquellas americanas y camisas de pico a lo ligón de discoteca de película americana.
Sus posturas corporales también han ido evolucionando. Mientras antes solía recostarse en la silla en plan “estoy en mi casa” con el tiempo ha ido llevando el personaje a una actitud entre tensa y distraída, como si estuviese todo el tiempo en su mundo perdido en profundas reflexiones, de forma que consigue AUMENTAR LA TENSIÓN Y EL DRAMATISMO.
Otro recurso suyo –por cierto muy usado en seducción para captar la atención de una chica o un grupo de personas- es el SABIO USO DE LOS SILENCIOS. Cuando mantenemos a los demás “en espera” de lo que vamos a decir mandamos un doble mensaje: que vamos a decir algo importante y que somos más importantes que nuestros oyentes por permitirnos el derecho de crear esa tensión sobre ellos.
Pero sin duda el elemento central de su imagen es ocultarnos su mirada tras las gafas ya que refuerza un mensaje de autoridad sobre los concursantes y sobre el resto de jurados al mismo tiempo que rebeldía.
En otro contexto y si el no fuera famoso –Por ejemplo viéndole cenando en un restaurante con ellas puestas- diríamos que es un chulo y un hortera, pero en televisión ha conseguido solo con eso una identidad única e inconfundible –Una marca como a el mismo le gustaría decir-
PERO ¿POR QUÉ GUSTA TANTO A LA GENTE?
Hay tengo dos respuestas, una la evidente y otra un poco más oculta para las personas con poca experiencia en la naturaleza humana.
¿La evidente? Pues que en el fondo nos da morbo ver sufrir a alguien, de lejos y detrás de la barrera. Después de tantos siglos aun sentimos una extraña atracción por ver la reacción de los demás ante el dolor –aunque sea en este caso solo moral-
Por supuesto que no es comparable a esa turba que disfrutaba viendo nobles decapitados en la revolución francesa o los romanos en el circo viendo a cristianos contra fieras hambrientas, por eso somos capaces de no sentir remordimientos cuando el tío Risto saca el sable para poner guapo al paleta o la peluquera cantarina de turno, pero el morbo por saber como encajará el golpe, si llorará o si se quejará sigue ahí.
La otra respuesta es que Risto con su actitud se permite ejercer ese tipo de sinceridad absoluta y cruel que nos gustaría tener con toda esa gente mediocre y vulgar que nos rodea día a día pero que , por educación y miedo reprimimos por miedo a que los demás también sean sinceros con nosotros y nos recuerden nuestra propia imperfección.
Vivimos en la mentira porque nos sirve para vivir. Cuando somos niños creemos literalmente a nuestros padres cuando nos dicen que somos maravillosos, los más guapos y los mejores del mundo, hasta que crecemos y al llegar a la adolescencia comprobamos que ahí fuera de la seguridad del hogar tenemos que demostrar y convencer a los demás de que nos quieran.
Conseguimos hacernos con un grupo de amigos, de gente que nos acepta tal y como somos pero que a cambio -y porque nos quieren- suelen mentirnos para hacernos la vida más agradable, y para que a cambio tu les mientas a ellos.
Ese tipo de mentiras blancas y piadosas nos ayudan a vivir, a superar las pequeñas dificultades de la vida y a crearnos una ilusión y un sentido a todo este caos que es la vida humana, pero a cambio también SON UN FRENO CUANDO QUEREMOS SUPERAR NUESTROS LIMITES (Por ejemplo en lo artístico como es el caso)
Y el mejor ejemplo de esto es precisamente lo que vemos los castings y el personaje de Risto en OT: gente engañada toda su vida que se da de morros con el muro de la REALIDAD.
Es increíble –a la par que sádicamente divertido- ver los castings de OT, porque si te fijas detenidamente ¡Mucha de esa gente REALMENTE CREE QUE CANTA BIEN!. Durante años los padres y la familia de esas criaturas llevan inculcando en sus retoños la absurda idea de que con un par de clases y publicidad pueden ser los próximos Bisbales hasta que reciben una letanía de palos por parte del tío Risto que seguro no olvidan en su vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario